OPEN [nueva reseña]

Calle Manuel Antón, 12
Alicante
Tel. 966 359 591
www.openalicante.com

De la hostia, la rehostia

En mi primera reseña, califiqué a Open como un puto espectáculo con algún “pero”. Al mes, la guía roja se hizo eco con la merecida placa de “plato Michelín”… Esta nueva visita, lo convierte en mi restaurante favorito de la ciudad de Alicante. Así, a pelo.

No es ni de lejos el más famoso (Nou Manolin), tampoco es el más espectacular (El Portal) ni el que está más de moda (Terre), pero tiene algo. Algo que lo hace diferente al resto y quizás sea eso. La diferencia en todo.

Sigo pensando que Open no es un restaurante al uso, o eso pensaran las mentes más clasicorras, sino más bien un local donde un par de amigos llamados Alberto y Javier deciden juntarse y cocinar para unos clientes/amigos que se acerquen a su casa.

Adoro los sitios en los que te hacen sentir como de la familia, donde la profesionalidad de este equipo tan joven es un ejemplo a seguir y no sólo por parte de la cocina sino de la sala, en especial, Jordi. Su presencia impone. La posibilidad de discutir con él sobre el bebercio, lo engrandece aún más. Esa sensación de ver que aquí todos aman lo que están haciendo…

Esta visita fue adrede. A comer en la barra. ¿El qué? Déjate llevar. Ver salir tus platos a “porta gayola”, explicados de viva voz por los cocineros es un plus. Sabores sorprendentes, mezclas extravagantes pero sabrosas, producto fresco y de calidad.

Unas simples tellinas o unos mejillones bouchot (sí, ese manjar que abunda en la Costa Brava pero cuesta la vida encontrar en el resto del Mediterráneo) te llevan al cielo, pero es que cuando salen esas albóndigas de bacalao y blanquet… que elegancia joder, qué manera tan sutil de crear un mar i muntanya tan equilibrado. Y, ¿qué decir de los callos de bacalao, garbanzo y sobrasada? Un viaje sólo por ese plato bien merece la pena.

Cabe destacar también ese higo con foie. Tan “simple”, tan “WOW”. Como principales, una lecha a la meuniere y el famoso pepito de pluma ibérica al kamado. El big green egg, si lo sabes dominar, como pasa con el Josper, hace maravillas, y aquí Alberto lo tiene muy controlado. Se agradece pues, en muchos sitios, el humo se apodera del sabor de los platos.

Y para terminar, una naranja preparada, pero aquí no te esperes la típica naranja en rodajas con azúcar y/o canela en el mejor de los casos… sino más bien, un aperol spritz hecho postre. Fantasía. Ahh y un buen café Chemex terminado en mesa…

Lo mejor: Compartir barra con los cocineros
Lo mejorable: Hola Alicante, soy Fondillón 🤷🏻
Lo peor: ¿Vivir en Valencia?

Open Alicante
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