Carrer de Josep Benlliure, 111
Valencia, España
Tel. 960 883 498
«Fets» en lugar de palabras
Sitio nuevo, y en el Cabanyal, uno de mis barrios fetiche y que más se ha puesto las pilas a nivel gastronómico en los últimos años. Se trata del Restaurante Fets, un sitio que, ya adelanto, me ha sorprendido bastante pese a su juventud no sólo en sala/cocina sino para el poco tiempo que llevan. Os cuento…
Fets está en la esquina de Justo Vilar con José Benlliure (la milla de oro del barrio), en el antiguo local que ocupaba L’Ancora, un sitio que lo único decente que tenía, era el ancla como logotipo. Aunque el interior del local es bastante sobrio y frío, el servicio, pese a ser flojo en lo profesional, es muy agradable y siempre está dispuesto a ayudarte (aunque no sepan muy bien como). Se les nota falta de rodaje pero, todo llega, apuesto por ellos.
En cocina, Juanjo Gallart y Federico LoBue, jóvenes emprendedores con algo de recorrido en el sector. Su lema “tierra, mar y huerta” ofrece una carta en la que conviven platos clásicos con otros más llamativos. Todos ellos tienen un toque de originalidad que llama bastante la atención, aunque por encima de todas las cosas, se AGRADECE (en mayúsculas) un sitio, en el que un simple tartar de atún, sea atún; y no una torre de pescado sobre unos dados de aguacate, cebolla crujiente de bolsa y un poco de sésamo para decorar. Y no sólo eso, sino que, he comido dos platos de carne y… REDOBLE DE TAMBORES… OJO CON ESTO… ¡ninguno tenía base o acompañamiento de parmentier!
¡Joder! Parece una gilipollez esto que digo pero es que casi se me cae una lágrima cuando vi que aún hay gente que no se ha subido al carro de las modas y gilipolleces en cocina. Está claro que esto no es el tartar de El Bressol ni las carnes de Ca Joan, pero algo es algo hostias, y obviamente, el precio te permite volver a menudo.
En general, todos los platos están realmente buenos, destacando el vaca y puerro; y las alcachofas con panceta. El único “pero” se lo pondría al Sr. Cangrejo, una especie de chili crab que se acaba convirtiendo en un sindios de sabores y más con ese arroz estilo ferrini en la base que no dice absolutamente nada. Suaviza el picante? Sí. Aporta algo? No. Sigue ganando el de Gallina Negra.
Concluyendo, Fets mola y mucho además. Y de aquí a unos meses, cuando todo el equipo de sala haya cogido experiencia, cuando puedan ofrecer producto marinero fuera de carta (sí o sí), y cuando todos los platos sean redondos, aún será mejor. Hasta la carta de vinos es bastante interesante, así que, chapeau por Fets.
Lo mejor: Platos originales y gente joven
Lo mejorable: El servicio de sala
Lo peor: Los pinganillos…
Fets
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