Carrer de Correus, 8
Valencia, España
Tel. 961 111 106
www.elpobletrestaurante.com
La alargada sombra de Dacosta
Aunque era un secreto a voces en la última gala Michelín celebrada en Sevilla, yo aún tenía serias dudas sobre los restaurantes valencianos finalmente premiados con estrella, La Salita de Begoña Rodrigo (reseña próximamente) y la segunda para El Poblet de Quique Dacosta Luis Valls. Hoy hablaremos de este último.
No me gustan los restaurantes que pertenecen a alguien que nunca está, restaurantes que la gente conoce por ser de quien son, y en los que los actuales propietarios son más empresarios que cocineros. Esta tendencia va en aumento y aunque muchos no se den cuenta, esto no es bueno para la gastronomía. Para mí, un restaurante es para el cocinero que está en cocina día tras día y no para el que pone la pasta y se hace las fotos.
¿Es merecedor El Poblet de la segunda estrella Michelín? Para mí, rotundamente no. Si ya de por sí, la entrada al restaurante es bastante fría desde la calle, en esta época aún se acentúa más. No recuerdo estar en un restaurante con dicha categoría, habiendo reservado a las 20:30 y probar el primer bocado cerca de las 21:15. De hecho, me tomé una cerveza entera a palo seco. Es uno de los muchos detalles que no me gustaron. Hubo mesas que llegaron más tarde y empezaron antes.
Respecto al menú, creo que es el menos “Dacosta” de los tantísimos ya probados aquí y puede que sea lo que más me haya gustado, ya que esto es El Poblet, y no el Quique Dacosta de Dénia, pero aún así nada del otro mundo, platos bastante planos todos ellos y ni las elaboraciones sorprendieron. Recuerdo haber venido aquí otras veces con menos galardones y tener una experiencia mucho más completa, no sólo en lo gastronómico sino en el servicio.
Si en el restaurante de Dénia vienen a mesa con un carro de salazones espectacular (una pena tener que hacerte elegir), aquí abren con un carro de embutidos, algo mucho menos llamativo pero igual de bueno. A partir de ahí, y a excepción de la archiconocida gamba roja con su espectacular té de bledas, el resto de platos pasan sin pena ni gloria. Quizás el arroz con pato o la sepia a la bruta, también merecen algo de mención.
No quiero despedir la reseña sin hablar del detalle negativo más llamativo de la noche. Dió la casualidad que esa noche, el cocinero Luis Valls, sirvió y explicó al menos un plato en cada una de las mesas de mi alrededor, excepto en la mía, sólo al terminar el menú largo, se acercó a preguntarme… pero ahí no acaba todo.
Dió la casualidad (también) que ese día, en ese turno de cenas, estaba Toshi Kai, del restaurante Toshi y obviamente el trato por parte del chef en su mesa fue ejemplar, puedo llegar a entenderlo, al fin y al cabo es del gremio, pero… llegar a servirle un plato fuera del menú con la frase “Toshi, este plato no está en el menú, pero no te lo puedes perder…” ¡Coño! Yo también soy de los pocos que está con el Menú “ciutat vella” y te estoy escuchando, si dices que es un plato para no perderse, ¿por qué no recibo el mismo trato?
Lo mejor: Comer en un 2 estrellas a precio “asequible”
Lo mejorable: El menú en conjunto
Lo peor: Sentirte menos que el resto
El Poblet Restaurante
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