Nueva Calle Bernardo Ruso, 19
Tabarca, Alicante
Tel. 965 970 584
www.casagloriatabarca.com
La gloria es fugaz, la oscuridad es eterna
Que Tabarca es la única isla habitada de la Comunitat Valenciana es algo bien sabido por todos. Que en la isla de Tabarca la oferta gastronómica es una mierda, ya te lo confirmo yo. Pero ojo, hay un rayo de esperanza que se llama Gloria.
Antes de entrar a valorar el restaurante en cuestión, decir que por norma general y aunque me joda admitirlo, Tabarca es un asco. Y no porque no merezca ir a pasar el día a la isla, que sí, sino por la gente, las gentes. Todas esas personas que necesitan cargar con la casa a cuestas para ir a la playa, inundar el barco de trolleys, carritos de la compra llenos de sillas, sombrillas que parecen pérgolas, neveras que son arcones, un mega altavoz con subwoofer de 2000W y hasta cajas de IKEA para montar la mesa una vez llegas al campo base y la desmontas para la vuelta. No sin antes haber dejado las playas, calas y demás llenas de latas, tuppers y hasta vasos de cristal.
Luego está el tema aforo… igual de contaminante me parece el uso incontrolado del plástico como el de vaciar a miles de turistas en una isla de apenas 2km de longitud. Es llegar al puerto de Santa Pola y empresas como Tabarkeras y/o islatabarca.com empezar a gritar desde sus casetas “¡¡¡COMPRA EL BILLETE QUE SALIMOS!!!” ¿En serio un asiento del barco puede ser ocupado por el flotador de un unicornio? Es todo tan chabacano…
Echo un ojo a Tabarca, pienso en las islas Cíes, me pongo a llorar. Alicante, Comunitat Valenciana… tomen nota por favor.
Dicho esto, vamos con el tema gastronómico. Todo aquí es cutre hasta decir basta, al más puro estilo Benidorm de Pajares y Esteso, donde los restaurantes inundan paredes con fotos de platos de dudosa calidad, pizarras ofertando menús de todo tipo y con un servicio cuya única finalidad es sacarse un extra para cuando vuelvan a la civilización.
Por cierto, en el bar La Pecera “las mujeres pueden ir con bikini, pero los hombres deben ir con camiseta porque ellas llevan los pechos cubiertos”. Más o menos como Instagram pero a la inversa.
Entre tanta bazofia, está el restaurante Casa Gloria que sin ser nada del otro mundo, tiene una terraza que debes evitar sí o sí y un interior en el que debes reservar de manera obligada. Unas ensaladas muy normales, unas croquetas “nosedequeson” que no valen nada, pero un pescado y un marisco que salva el temporal de manera notable.
Lo típico es pedir el caldero de gallina servido en una fuente junto a un poco de caldo, patatas y alioli seguido del arroz. También tienes una lista infinita de arroces secos o melosos a elegir. Bastante buenos aunque no perfectos. Reduciría opciones y ampliaría calidad en los fondos y fumets.
Lo dicho, si en algún momento de tu vida te despiertas un día en Santa Pola, no sabes que hacer y decides ir a pasar el día a Tabarca a sabiendas de lo que te vas a encontrar, o te llevas la comida (y te llevas la basura a casa) o vete de cabeza a Casa Gloria. Es la única luz entre tanta oscuridad.
Lo mejor: Buen producto, buen servicio
Lo mejorable: Comer en la terraza es comer en Gobi
Lo peor: El turismo de la isla
Restaurante Casa Gloria
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