Alapar (Barcelona)

Calle de Lleida, 5
Barcelona
Tel. 938 872 096
www.alaparbcn.com

Los niños de elBarri vuelan sólos

En el antiguo Pakta, uno de los mejores restaurantes nikkei que hubo en Barna, aparece ahora Alapar, una izakaya mediterránea dirigida por dos viejos conocidos del grupo elBarri, Jaume Marambio (Disfrutar y/o Tickets) y Vicky Maccarone (Hoja Santa). Bienvenidos a Alapar.

Un lavado de cara al local pero manteniendo aquella memorable barra baja del antiguo restaurante. Aquí ya no existe el menú degustación, aunque puedes dejarte llevar o pedir de la corta pero atractiva carta en la que se echan en falta sugerencias del día.

Curiosos y pequeños montaditos para empezar, destacando el bocado de calamar y panceta. Sorprendentemente más sabroso que la zamburiña con foie o al matrimonio, donde la anchoa se lleva todo el protagonismo.

Seguimos con unos nigiris en los que la clave está en ese arroz cuyo punto de cocción es simplemente perfecto. El nigiri de atún pide a gritos ser ventresca, en vez de lomo, y al de gamba, pese al chicharrón de txuleta, le falta “punch”. Resumiendo, tanto el nigiri de anguila como el de picaña ganan por goleada y más con esa pincelada de grasa final.

Llegan las gyozas de fricandó y es aquí donde empiezas a sonreír. Esta mezcla es tan perfecta que hasta la salsa de miso y jengibre sobra totalmente. Un muy buen plato con saborazo a guisito rico rico.

Salmonete y foie en su suquet. ¡Un plato de 9,5! ¿Dónde está el fallo? En un emplatado que no le hace justicia. Está buenísimo, con un suquet impresionante pero tanto el salmonete como el foie (excesivo en mi opinión) están como dejados caer. Falta elegancia en el kirikata y el producto en sí no debería estar tan camuflado.

Llegan los calamarcitos rellenos de papada confitada. Un mar i muntanya muy bueno, equilibrado y bien ejecutado. Plato muy recomendable, al igual que el portobello. Sí, aunque a priori pueda parecer que no merezca la pena pedirte un champiñón en un sitio así, ¡hazlo! Es como comerte un solomillo a la pimienta, créeme.

Acabo con un tataki de lomo bajo madurado que ni es tataki, ni es madurado. Es más bien unas finas lonchas de carne estilo carpaccio que por mucho que enrolles y juegues con el crunchy de las patatas, el sabor es sumamente plano y sosaina. Además, ya que es un plato de la zona fría (la barra baja a vistas del comensal) no sé porque se prepara a espaldas de los mismos.

De postre, un kakigori. Para los que no sepan lo que es, es el postre ese típico de Japón a base de hielo picado que se va rebanando con una prensa y se le añade un sabor. Aquí lo bueno es que se hace sobre un bloque de fresa helada y se termina con un praliné. Interesante y refrescante.

Alapar me ha gustado. No está a la altura del antiguo Pakta ni mucho menos pero tampoco el ticket final es tan abusivo. Además, llevan poco tiempo, la idea es buena y en cuanto Jaume se suelte un poco más frente al cliente y la sala esté mucho más pendiente de ciertos detalles, creo que se convertirá en unas de las aperturas más sonoras de Barna.

Lo mejor: La fusión de ciertos platos
Lo mejorable: Los montaditos y nigiris
Lo peor: Fueras de carta, sí o sí

Alapar Restaurante
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